Papilio machaon

Taxonomía de los Ropalóceros Ibéricos

Simplificando, la taxonomía es la ciencia que se encarga de describir, nombrar y clasificar las especies. Esta disciplina, que se define de manera tan sencilla, no puede ser más compleja, y su uso no exento de polémica. Estas dificultades derivan de la propia complejidad de la herramienta y el concepto básico en taxonomía: la especie.

Tradicionalmente, la definición que mayor número de autores aceptan para el concepto de especie, está basada en el aislamiento reproductivo, sin embargo este concepto tiene recorridos intermedios, ya que evidentemente las especies evolucionan y existe un proceso de formación que complica enormemente la clasificación de determinados taxones, donde la separación todavía no es total.

Pongamos un ejemplo muy básico: Debido a los cambios climáticos del Pleistoceno (periodos glaciares e interglaciares), la distribución geográfica de especies se mueve buscando sus requerimientos ecológicos, que a su vez se mueven con el clima. En estas idas y venidas, las poblaciones de una especie quedan aisladas unas de otras (distribución alopátrica), y si durante el tiempo y las generaciones suficientes no se vuelve a producir contacto, la evolución por selección natural produce una deriva genética que termina diferenciando las poblaciones e impidiendo la reproducción entre ellas en caso de volver a solaparse. El proceso de formación de la nueva especie finaliza, cuando la población aislada geográficamente queda aislada reproductívamente, es decir los ejemplares de la nueva especie no pueden reproducirse con los de la especie de la que proceden.

El problema radica cuando los movimientos poblacionales producidos por los cambios climáticos, hacen coincidir especies en proceso de separación. Dependiendo del grado de separación genética, se producirán híbridos estériles o fértiles. La aparición de híbridos fértiles no hace sino aportar más incertidumbre al problema.

En este caso las especies no son ni blancas ni negras, sino aparece una amplia gama de grises.

Parnassius apollo

Otro problema que encontramos, es como saber si una población se ha diferenciado realmente como otra especie si la distribución alopátrica se mantiene, ya que no se puede comprobar su aislamiento reproductivo en simpatría.

Un caso típico en la península ibérica es el del grupo Lysandra coridon-asturiensis-caelestissima (azules) y sus estrechas relaciones con el grupo hermano Lysandra albicans-hispana (blanquecinas). Se trata sin duda de un grupo monofilético, es decir, deriva de un mismo linaje, pero la separación entre los diferentes taxones de ambos grupos no está nada clara.

Sus adaptaciones al medio son diferentes, las formas blancas prefieren climas calidos y secos y las formas azules climas frescos y húmedos, pero existen solapamientos de poblaciones (distribución parapátrica) entre caelestissima y albicans (hibrido L. caerulescens = L. hibera = L. cuencana), entre coridon e hispana, y entre coridon y albicans, donde se producen hibridaciones frecuentes, no solo con descendencia fértil, sino con resultados sorprendentes entre genotipo y fenotipo (DE LESSE, 1969, DESCIMON H. et al., 2010).

Los estudios cariológicos si diferencian claramente a las formas azules (n=87-88) de las blancas (n=82-84), siendo los nº haploides para la Península Ibérica, L. coridon, n = 88, L. asturienis n= 87, L. caelestissima n = 87, L. albicans n = 82, L. hispana n = 84. Sin embargo, no hay apenas diferencia en el genotipo, siendo especies prácticamente indistinguibles usando los habituales marcadores genéticos. Parece tratarse de taxones en proceso de especiación, donde el concepto de especie es difícilmente aplicable. Recientemente se ha publicado una nueva revisión sobre el género Lysandra, basado en el genotipo y el cariotipo, donde se expone la complejidad concreta de este caso (TALAVERA et al., 2013).

Un trabajo indispensable para entender la complejidad de la taxonomía en las especies “hermanas” es el titulado “Bad species” (Especies malas) (DESCIMON H. et al., 2010), donde los autores repasan esta problemática para los grupos más conflictivos de ropalóceros europeos y donde concluye preguntándose si la entidad “especie” existe en la realidad o únicamente es producto de la necesidad de la mente humana por ordenar lo que le rodea.