La Alcarria
«Alcarria» significa superficie plana culminante, también denominada paramo. En la zona centro de la provincia, con una altitud media de algo más de 1.000 m., encontramos los mejores ejemplos de estas formaciones sobre calizas lacustres, caracterizados por grandes superficies de paramos o altiplanos, y valles fluviales recortandolos, formando las caracteristicas cuestas de paramo.
La vegetación original la componen los encinares y quejigales sobre suelos calizos, si bien lo más característico son sus etapas de sustitución, los esplegares y tomillares, que dan sabor a la famosa miel de la alcarría.
Considerada como estribación del Sistema Ibérico, la alcarria comparte con éste los elementos faunísticos y florísticos más termofilos, estando ambos espacios unidos por el valle del río Tajo, un corredor biológico de gran importancia en la provincia.
Los lepidópteros de la zona han sido prolificamente estudiada por dos autores vinculados a esta tierra, Enrique Garcia Barros y José Luis Yela, mereciendo especial atención los trabajos sobre Noctuidos del segundo autor.
En total, están citados en la alcarria, alrededor de 120 especies de ropalóceros entre las que destacamos a Zegris eupheme, Euchloe tagis, Polyommatus daphinis, Plebejus hespericus, Iolana iolas, Scolitantides o o la única población conocida en la provincia de Libythea celtis.